Uno de los chicos, al pensar en la
Cuaresma mencionó unos sacrificios: sentarme bien en clase, no
pelearme, no protestar, no quejarme, y el segundo de oro (otro nombre
más claro para designar el minuto heroico)
EL minuto heroico es la lucha por salir de la cama sin conceder ni un segundo a la pereza. Es pensar: es la hora, mi tiempo de sueño ya ha acabado. Y salir de la cama. Un segundo con una decisión heroica: un segundo de oro en el cielo.