Las operaciones son siempre temibles: palabras mayores.

LAS COSAS QUE UNO NO QUISIERA OÍR EN UNA OPERACIÓN:

– Mejor guarda eso, lo vamos a necesitar para la autopsia.

– Acepta este sacrificio… ¡¡oh señor de la oscuridad !!

– Persigan a ese perro y ¡¡traigan lo que se llevó !!

– Oigan, Si este es el hígado… ¿eso qué es?

– Enfermera… páseme esa…eh, ¿como se llama ese aparato?

– ¡Ay, se me fue la mano!… ¿saben si alguien ha  sobrevivido a 500ml de esto antes?

– ¡Uf de nuevo un apagón!

– … ¡¡ustedes saben que pagan muy bien por los riñones, total este para que quiere dos!!

– ¡¡Todo el mundo quieto!! ¡He Perdido mis lentes de contacto!

– Oye, ¿quién puso esto aquí?

– ¿Pueden parar a esa cosa de latir?, ¡me hace perder la concentración!

– Uf, ¡detesto cuando se me cae algo aquí adentro!

– Cómo, ¿este paciente no era el del cambio de sexo?

– Enfermera, este paciente ¿firmó la tarjeta de donación de órganos?

– No te preocupes, creo que sí está bien afilado.

– FUEGO! FUEGO!! Todo el mundo afuera!!

– Ay, ay, ay… la página 47 del manual ¡¡no está!!