A la mañana siguiente empezó la quema de conventos. Azaña gritaría: «Todos los conventos de España no valen la uña de un republicano. Si sale la Guardia Civil yo dimito.» Y las gentes actuaron en consecuencia.
A la mañana siguiente empezó la quema de conventos. Azaña gritaría: «Todos los conventos de España no valen la uña de un republicano. Si sale la Guardia Civil yo dimito.» Y las gentes actuaron en consecuencia.