Querida mamá, han pasado tantos días desde que te fuiste, pero cada uno de ellos sigue pesando como una eternidad. A veces, me pregunto si realmente te has ido o si simplemente estás en algún lugar donde todavía no puedo encontrarte. Tu partida dejó un vacío en mi corazón que parece imposible de llenar. Hoy, mientras escribo estas palabras, las lágrimas llenan mis ojos y mi corazón. No puedo evitar pensar en todos los momentos que compartimos, en todas las risas y en todos los abrazos que ya no puedo darte. Quiero que sepas cuánto te extraño, cuánto te quiero y cuánto desearía poder tenerte de vuelta, aunque solo fuera por un momento. Me consuela pensar que estás en un lugar mejor, libre de dolor y sufrimiento. Pero aun así, el dolor de tu ausencia es abrumador. Mamá, hoy quiero dedicarte este tributo, esta carta que escribo con amor y con lágrimas en los ojos. Quiero que sepas que siempre estarás en mi corazón, que tu recuerdo nunca se desvanecerá y que te llevaré conmigo cada día de mi vida. Te extraño más de lo que las palabras pueden expresar. Con todo mi amor, [Tu Nombre]