Contenidos
- 25 de diciembre – Día del Viaje
- 26 de diciembre – Explorando Tokio
- 27 de diciembre – Explorando Tokio
- 28 de diciembre – Excursión al Monte Fuji y Exploración en Ikebukuro
- 29 de diciembre – De Tokio a Kanazawa
- 30 de diciembre – Explorando Kanazawa
- 31 de diciembre – Celebrando en Kyoto
- 1 de enero – Explorando Kioto sin estrés
- 2 de enero – Explorando la esencia de Kioto
- 3 de enero – Descubriendo la diversidad de Osaka
- 4 de enero – Regreso a Tokio: Explorando la capital desde una nueva perspectiva
- 5 de enero – Adiós a Japón: Regreso a casa desde Narita
25 de diciembre – Día del Viaje
¡Hoy comenzó la emocionante aventura desde Madrid a Tokio! El vuelo despegó a las 17:10 y tras una escala en Estambul, aterricé en la vibrante capital japonesa a las 19:45 del día 26 de diciembre, ¡una diferencia horaria de 8 horas con Madrid que agrega un toque fascinante a la experiencia!
Mis primeras recomendaciones: utiliza Revolut para pagos, obtuve un cambio increíble. Aunque, lleva algo de efectivo, ya que en algunos lugares no aceptan tarjetas. Además, asegúrate de tener una tarjeta adicional para el móvil de Holafly. Esta maravilla virtual, que vale 30€, te facilitará la vida con Google Maps durante tus desplazamientos.
Una cosa que me sorprendió gratamente es la amabilidad de los japoneses. En las estaciones, están dispuestos a ayudarte a sacar tu billete si les indicas tu destino. Eso sí, siempre verifica que te hayan entendido al hacer preguntas, o no dudes en preguntarle a otra persona para mayor seguridad.
No puedo dejar de resaltar la importancia del Rail Pass. Lo activé por 7 días, ya que mi estancia es de 10 días. Al principio, opté por sacar billetes para el tren y el metro, bastante económicos (entre 180 y 240 yenes por viaje).
Para moverme elegí la confiable aplicación de Uber. ¡Un gran consejo para simplificar los desplazamientos por la ciudad! Mañana comienza la verdadera exploración de Tokio. ¡Estoy emocionado por lo que viene!
26 de diciembre – Explorando Tokio
Después de una cómoda llegada a Tokio, el transporte del aeropuerto al hotel fue una elección acertada a través de Civitatis. El conductor hablaba en inglés, lo que facilitó la comunicación. Nos dirigimos al Hotel Metropolitan Ikakuburo, donde la amabilidad del personal fue notable. Nos proporcionaron información detallada sobre lo incluido en el precio, como el desayuno, y las claves WiFi. Aunque la habitación no era muy grande, estaba bien equipada con accesorios útiles como zapatillas y pijamas.
Luego, nos aventuramos a explorar la noche de Tokio. Tomamos el metro hasta la estación de Shibuya y quedamos fascinados por la amabilidad de los japoneses. Nos guiaron para sacar los billetes y nos ayudaron en todo momento. Las calles iluminadas nos recibieron mientras explorábamos la energía única de la ciudad.
Hicimos una parada en unos almacenes llamados «Quijote», donde encontramos productos a precios atractivos. Al regresar en el metro, nuevamente recibimos ayuda para sacar los billetes de vuelta. En retrospectiva, nos dimos cuenta de que podríamos haber adquirido un billete de ida y vuelta, ya que el costo de cinco billetes de ida fue de aproximadamente 1000 yenes, algo más de 6€. Una primera noche emocionante explorando la animada Tokio. ¡Mañana promete más descubrimientos!
27 de diciembre – Explorando Tokio
Hoy fue un día lleno de exploración gracias a la visita guiada, con un costo de 315€. Sobre el guía recalcar su excelente atención y conocimiento tanto en español como en japonés hicieron que la experiencia fuera aún más enriquecedora.
Comenzamos tomando la línea Yamamote hasta Asakusa, donde subimos a un edificio de la oficina de turismo para obtener una vista impresionante de la calle que conduce al Templo Sensoji. La visita al templo sintoísta fue mágica, accediendo por calles flanqueadas por puestos de venta. Nos maravillamos con el conjunto de templos y la imponente Pagoda.
Después, nos dirigimos al animado barrio de Akihabara en metro, explorando la famosa calle Takisha. Luego, cogimos el JR hasta Shibuya para visitar el Templo Meji. En el camino, a través de un magnífico parque, nos encontramos con una zona de ofrendas de barriles de vino de Borgoña y de sake, seguido de linternas utilizadas para celebrar el fin y comienzo del año nuevo al ingresar al templo.
Cambiamos a la línea de metro para dirigirnos a Shinjuku y disfrutar de las vistas panorámicas de la ciudad desde la torre del ayuntamiento. Finalmente, tomamos la JPR a Ikebukuro para explorar y descubrir dónde se podía sacar el Rail Pass. Un día lleno de cultura, historia y vistas espectaculares. ¡Mañana nos espera más en esta emocionante travesía por Tokio!
28 de diciembre – Excursión al Monte Fuji y Exploración en Ikebukuro
Hoy nos aventuramos en una emocionante excursión al Monte Fuji con el tour operador Get Your Ride, guiados por Mridul de Bangladesh. La excursión tuvo un costo de 537,68 JPY y comenzó temprano a las 8:20.
El itinerario fue fascinante:
- Kitaguchi-hongu Fuji Sengen Shrine: Iniciamos con este templo budista antes de ascender al Monte Fuji.
- Quinta Estación de Fuji (Entrada de 2,100 JPY para el grupo, solo efectivo): Disfrutamos de impresionantes vistas del Monte Fuji y el valle.
- Lago Kawaguchi (pausa para el almuerzo): Un lugar tranquilo con oportunidades para fotos espectaculares con el Monte Fuji de fondo. Oishi Park es el lugar donde se encuentra el lago Kawaguchi.
- Poblado Shibokusa Osino: Un sitio reconocido como Patrimonio de la Humanidad.
- Arakurayama Sengen Park: Una parada para apreciar más la belleza natural.
Regresamos al hotel alrededor de las 17:00. Luego, exploramos la animada zona de Ikebukuro. Para la cena, optamos por un restaurante típico con una barra giratoria móvil para elegir nuestros platos favoritos: sushi, salmón, atún, gamba, ¡una experiencia deliciosa! Después, nos deleitamos con un trozo de tarta en una pastelería y algunos disfrutaron de una hamburguesa en McDonald’s. Un día lleno de exploraciones, delicias culinarias y la majestuosidad del Monte Fuji. ¡Listos para más aventuras en Tokio mañana!
29 de diciembre – De Tokio a Kanazawa
Comenzamos el día con un abundante y variado desayuno buffet en el hotel, que dejó un buen sabor para iniciar nuestras aventuras. Tras hacer el check-out, dejamos nuestras maletas en el hotel antes de explorar más de Tokio.
Antes de partir, subimos a la planta 25 para disfrutar de unas vistas impresionantes de la ciudad, con el monte Fuji destacando en la distancia. Desde Ikebukuro, nos dirigimos en metro para admirar los Jardines Imperiales, aunque lamentablemente estaban cerrados ese día. Continuamos hacia el elegante barrio de Ginza, conocido por sus tiendas de moda de élite, donde compramos un muñeco típico japonés.
Luego, nos dirigimos a pie hacia la majestuosa Torre de Tokio, algunos subieron hasta la mitad para disfrutar de las vistas panorámicas. Después, regresamos a Ikebukuro para activar el Rail Pass y recibir explicaciones sobre su uso.
Recogimos nuestras maletas del hotel y regresamos a la estación de Ikebukuro, donde tomamos la línea JY (Yamamoto) para llegar a la estación central de Tokio. A pesar de las maletas pesadas, la facilidad de moverse desde la línea JY hizo que valiera la pena. En la estación central de Tokio, abordamos el tren 571 HAKUTAKA con destino a Kanazawa, sin reserva, pero con la ayuda de un amable encargado de la compañía que hablaba español.
A pesar de las muchas paradas en el camino, el viaje fue rápido y cómodo. Llegamos a la estación de Kanazawa después de aproximadamente 3 horas. Desde allí, caminamos hasta el Hotel Nikko Kanazawa, que se encontraba a solo 9 minutos a pie. El hotel resultó ser excelente, y la variedad de productos para el desayuno fue otro punto destacado. Listos para explorar Kanazawa en los próximos días. ¡La travesía continúa!
30 de diciembre – Explorando Kanazawa
Iniciamos nuestro día temprano con una emocionante visita guiada en español, que tuvo un costo de 390 JPY. A las 8:30, nuestro guía, nos recogió para comenzar nuestra jornada de exploración en Kanazawa.
Comenzamos caminando hacia el animado Mercado de Omicho, conocido por sus variados productos, especialmente pescado y marisco fresco. Además de la fascinante oferta, algunos decidieron disfrutar de una comida local en el mercado.
Luego, nos dirigimos al imponente Castillo de Kanazawa, una joya arquitectónica que nos sumergió en la rica historia de la ciudad. Continuamos hacia los serenos Jardines Gyokusen’inmaru, donde pudimos apreciar la belleza de la naturaleza y la arquitectura japonesa.
Visitamos el Santuario sintoísta Oyama Jinja, sumergiéndonos en la espiritualidad del lugar. A continuación, nos dirigimos al Distrito Nagamachi, donde exploramos las históricas casas de samuráis, sumergiéndonos en el antiguo Japón.
Uno de los puntos culminantes fue la visita a los impresionantes Jardines Kenrokuen, conocidos por su amplitud y belleza, con un pintoresco lago que añadía encanto al entorno.
Después, exploramos el encantador barrio de geishas en Hitachi Chaya, donde nos detuvimos para disfrutar de algo refrescante. Posteriormente, regresamos al hotel para relajarnos y prepararnos para la cena.
Por la noche, nos dirigimos al restaurante Shanghai en la estación para cenar. Aunque la experiencia fue regular, fue una jornada llena de descubrimientos, cultura y la guía experta de Uri que hizo que cada momento fuera valioso. ¡Kanazawa nos sigue sorprendiendo!
31 de diciembre – Celebrando en Kyoto
Comenzamos nuestro último día del año en Kanazawa asistiendo a la misa dominical a las 10:00 en la iglesia católica del Sagrado Corazón. Nos dirigimos a pie desde el hotel, disfrutando de una corta caminata matutina que nos conectó con la comunidad local.
Luego, nos embarcamos en un tranquilo viaje en tren desde Kanazawa a Kioto, pasando por las pintorescas estaciones de Kagaonsen, Awaraomsem, Fukui, Takefu, Ksuruga y finalmente llegando a Kioto. Desde la estación, caminamos hasta nuestro hotel, el Hotel Tokiu Kyoto, un lugar medio con un toque nostálgico en el baño, aunque el desayuno resultó aceptable. A lo largo de nuestra estancia, notamos mejoras en la calidad del desayuno, con el tercer día siendo notablemente más satisfactorio.
Por la noche, decidimos disfrutar de una deliciosa cena en el restaurante Daishogun Kyoto Ekimae, utilizando un taxi para llegar allí. El lugar nos impresionó con su excelente comida, especialmente las opciones de carne que resultaron ser una elección acertada.
Concluimos el día con gratas experiencias en Kyoto, esperando con entusiasmo lo que nos depara el nuevo año en esta ciudad llena de historia y tradiciones. ¡Listos para recibir el 2025 en estilo japonés!
1 de enero – Explorando Kioto sin estrés
Empezamos el nuevo año en Kioto con una nota reflexiva: la ciudad fue afortunada de no experimentar bombardeos durante la Segunda Guerra Mundial, conservando así su rica historia y arquitectura. Aprovechamos la mañana para asistir a una misa en la Catedral, oficiada por el obispo a las 10:30.
Después, nos dirigimos al distrito de Arashiyama en el JR, un área natural escénica famosa por su magnífico Bosque de Bambú. Mientras paseábamos por sus callejones, sentimos un suave movimiento en el suelo, recordándonos la constante presencia de la actividad sísmica en la región, resultado de un reciente terremoto de magnitud 7,5 en las proximidades de Kanazawa.
Regresamos a la estación de Kioto y decidimos explorar el encantador barrio de Gion, conocido por sus tiendas tradicionales. Para simplificar nuestro transporte, tomamos el autobús 306, sumergiéndonos en la cultura local y disfrutando de las tiendas del área. La cena fue en un restaurante de sushi, complementando la experiencia gastronómica con platos tradicionales.
Al finalizar la noche, optamos por regresar al hotel de manera cómoda y segura utilizando un coche de Uber. Un día tranquilo y lleno de descubrimientos en la majestuosa Kioto.
2 de enero – Explorando la esencia de Kioto
El segundo día en Kioto prometía ser tan fascinante como el primero. Optamos por una experiencia guiada a través de Kyoto Daily Tours, asegurándonos una inmersión en la cultura local. Nuestra guía, Laura, una colombiana apasionada por Japón, nos llevó a un recorrido único.
Comenzamos el día tomando el JR hasta Inari, donde nos maravillamos ante el Santuario de Fushimi Inari y sus famosos torii. La inmensidad del lugar y la espiritualidad que emanaba nos dejaron una profunda impresión. Luego, en tren (no JR), nos dirigimos a Kyomizu para presenciar un auténtico espectáculo de teatro Kabuki, una tradición japonesa cautivadora.
Exploramos las encantadoras calles de Ninenzaka y Sannenzaka, dos de las más hermosas y bien conservadas de Kioto. Durante el paseo, tuvimos la suerte de pasar junto a una casa donde residen las geishas durante su formación. Laura nos brindó detalles fascinantes, como el hecho de que a la geisha profesional se le llama «Geyco» y a la aprendiz «Mayco», mientras que la mujer a cargo de las geishas es conocida como «Okasa». También aprendimos sobre la evolución de la geisha a lo largo de la historia, desde los tiempos de la prostitución de alto nivel antes del siglo XVI.
Visitamos el Templo Keninji, un santuario budista Zen que data del siglo XII, donde la disciplina de meditación y contemplación del Zen se hizo evidente. De camino a Ninenzaka y Sannenzaka, nos encontramos con la majestuosa Pagoda Yasaka y disfrutamos de las numerosas tiendas que rodean el área.
El Templo Kyomizu, conocido como el templo del agua sagrada, fue el siguiente destino. Aquí veneramos al Buda de la compasión mientras nos sumergíamos en la espiritualidad del lugar. Para culminar este día lleno de exploración, nos dirigimos al animado Mercado Nishiki antes de regresar al hotel en taxi.
La noche fue coronada con una deliciosa cena en el restaurante Daishogun Kyoto Ekimae, conocido por sus exquisitas opciones de carne. Una jornada intensa pero enriquecedora que nos permitió comprender más profundamente la riqueza cultural de Kioto.
3 de enero – Descubriendo la diversidad de Osaka
Nuestro tercer día nos llevó a Osaka, una ciudad vibrante que prometía experiencias únicas. Optamos por otro tour en español a través de Civitatis, por la comodidad y la riqueza de información que ofrecen.
Partimos temprano, tomando el tren a las 8:44 hacia Osaka, donde nos esperaba el lujoso Hotel Hilton Osaka. Además de la comodidad, destacó por su impresionante bufé de desayuno. La cercanía del hotel a la estación facilitó nuestro desplazamiento, y el guía Uri, quien ya nos había acompañado en Kanazawa, nos recibió con su amabilidad característica. Nos orientó sobre el tren que tomaríamos al día siguiente de regreso a Tokio, asegurándonos una transición sin complicaciones.
El tour incluyó una visita al Parque Nara, hogar de los encantadores ciervos que son alimentados por los visitantes. Exploramos el complejo de templos Kohfukuji, que alberga la segunda pagoda más alta de Japón, y disfrutamos de la compañía de los ciervos, que se acercaron amistosamente en busca de alimento.
Luego, nos trasladamos en tren a Shin Imamiya y caminamos hacia Shinsekai, un parque de atracciones con historia desde 1912. Admiramos la Torre de Osaka, construida en el mismo año, y conocimos el Billy Kent. Exploramos el animado barrio friki y electrónico, llegando finalmente a Namba.
La jornada culminó en Dotonbori, una zona llena de vida y color, con su icónico canal y letreros luminosos. La energía de Osaka nos cautivó, y cada rincón explorado reveló una faceta diferente de esta ciudad diversa.
4 de enero – Regreso a Tokio: Explorando la capital desde una nueva perspectiva
Después de nuestra fascinante estancia en Osaka, decidimos regresar a Tokio para aprovechar al máximo nuestros últimos días en Japón. El día comenzó temprano, saliendo del hotel a las 8:30 hacia la estación central de tren. Nuestro destino era Shin Osaka, donde abordaríamos el famoso tren bala hacia Tokio.
En la estación de Shin Osaka, tomamos el tren bala HIKARI 644 con salida a las 9:18. Optamos por los coches sin reserva de asiento (coches 1 al 3), ya que no había problemas de asientos en la estación de partida. Durante el trayecto, disfrutamos de las vistas de ciudades como Kioto, Nagoya y Shinagawa antes de llegar finalmente a Tokio.
Una vez en Tokio, nos dirigimos al Hotel Keio Plaza, una imponente estructura que ofrecía una estancia magnífica. Exploramos los Jardines Imperiales, aunque lamentablemente el palacio estaba cerrado al público en ese momento. No obstante, la belleza de los jardines compensó con creces cualquier contratiempo.
Caminamos hacia la estación de tren para dirigirnos al hotel, reflexionando sobre los momentos inolvidables que hemos experimentado en cada rincón de Japón. A pesar de ser el último tramo de nuestro viaje, la emoción de explorar Tokio desde una nueva perspectiva nos impulsó a aprovechar al máximo cada momento.
5 de enero – Adiós a Japón: Regreso a casa desde Narita
El quinto día marcó el final de nuestra increíble aventura en Japón. Con el corazón lleno de recuerdos y experiencias inolvidables, nos preparamos para regresar a casa desde el aeropuerto de Narita.
Optamos por un traslado cómodo y sin complicaciones con Civitatis, reservando un microbús de 5 plazas por 208 JPY. La conveniencia de este servicio fue evidente, ya que el aeropuerto se encontraba a unos 75 km del hotel y el trayecto duraba aproximadamente una hora. Salimos temprano, a las 6:30, después de disfrutar de un delicioso desayuno en el hotel, que ofrecía un bufet bastante completo y abría sus puertas a las 6 de la mañana.
Mientras nos dirigíamos hacia Narita, reflexionamos sobre la diversidad y la riqueza cultural que habíamos experimentado en este fascinante país. Cada rincón de Japón nos dejó una impresión duradera, desde los bulliciosos distritos de Tokio hasta la serenidad de los templos en Kyoto y las experiencias gastronómicas únicas en Osaka.
Aunque nos despedíamos de Japón, llevábamos consigo no solo souvenires y fotografías, sino también la sabiduría y la calidez de la cultura japonesa. Este viaje ha sido mucho más que una exploración turística; fue una inmersión en la historia, la tecnología y la hospitalidad de un país que nunca dejará de sorprendernos. Con gratitud en nuestros corazones, nos dirigimos hacia el aeropuerto, listos para llevar con nosotros los tesoros de Japón en nuestros recuerdos. ¡Arigatou gozaimasu, Japón!