A mis hijos yo les pido,
Que ya que me quieren tanto,
nunca dejen de escuchar
al mismo Espíritu Santo;
que miren siempre a mi Hijo
“escondío” en el Sagrario,
Y que vivan cara a Dios
Todos los días del año.
(Canto rociero)
A mis hijos yo les pido,
Que ya que me quieren tanto,
nunca dejen de escuchar
al mismo Espíritu Santo;
que miren siempre a mi Hijo
“escondío” en el Sagrario,
Y que vivan cara a Dios
Todos los días del año.
(Canto rociero)