Las cadenas que llevó San Pedro en dos ocasiones:
En la prisión de Jerusalén de donde fue liberado por un ángel (Hechos de los Apóstoles, capítulos 5 y 12);
En la Cárcel Mamertina de Roma donde estuvo 9 meses hasta su ejecución crucificado.
Conforme a una antigua tradición, San Pedro fue condenado en una corte que se hallaba en el mismo terreno de la actual iglesia de San Pedro en Cadenas, y en el siglo IV se construyó una capilla en este lugar. Más tarde, en el siglo V, fue reemplazada por una iglesia. No existen pruebas concretas que apoyen esta tradición, y los restos que se encuentran bajo San Pedro en Cadenas no indican que hubiera habido una basílica, sino una villa.
Altar con San Pedro en la cárcel
Las cadenas están sobre el altar con las reliquias de los siete mártires hermanos macabeos.
El 1ro de agosto, la Santa Iglesia Católica celebra la festividad de las cadenas del glorioso príncipe de los apóstoles San Pedro, libertado por el Señor de los hierros con que lo tenía amarrado Herodes Agrippa. Este cruel rey, después de haber hecho cortar la cabeza a Santiago el Mayor, patrón y apóstol de España, tenía la idea de ejecutar al apóstol San Pedro después de la Pascua, para satisfacer al pueblo que pedía su cabeza.
Tenía al apóstol «ad vincula» que significa entre cadenas, pero en víspera de la ejecución un ángel del Señor se apareció por la noche a Pedro en su cautiverio y le dijo: «Pedro, levántate, ponte el cinturón, toma tus vestidos y sígueme». Después de oír estas palabras, el Apóstol sintió que sus cadenas se aflojaban y caían por tierra. Pasó por en medio de toda la guardia sin ser visto y milagrosamente salió de la ciudad.
Después de salir de la cárcel fue a Roma, donde escribió su primera carta a las iglesias que había fundado en Asia, manifestándose a partir de entonces su primacía sobre la Iglesia universal de modo más evidente. Allí fue preso y murió mártir.