Ofrecemos hoy un elenco de historias de miedo. Conviene leerlas despacio e interiorizar algunas. Sólo cuenta las que te gusten y añade los detalles que te ayuden a hacerlas creíbles; usa de tu expresión (sin abusar) y de los ruidos de fondo…
Y ten cuidado, que los niños tienen distintas sensibilidades…
Continúa con una ristra de microrrelatos… (Están publicada tal y como las hemos recibido).