Afirmación gozosa. El ¡no! no es suficiente. No es suficiente con no mancharse los ojos, éstos, como los de Jesús, deben limpiar: “Que vea con tus ojos, Cristo mío”.
Afirmación gozosa. El ¡no! no es suficiente. No es suficiente con no mancharse los ojos, éstos, como los de Jesús, deben limpiar: “Que vea con tus ojos, Cristo mío”.