“Una anciana señora fundó una secta particular suya y a la que sólo dos personas pertenecían: ella y su chófer. Cuando le preguntaron si de verdad creía que ella y su chofer irían al cielo, replicó:
- Bueno, de Juan no estoy muy segura.”
“Una anciana señora fundó una secta particular suya y a la que sólo dos personas pertenecían: ella y su chófer. Cuando le preguntaron si de verdad creía que ella y su chofer irían al cielo, replicó: