GRATUITO (SÓLO GASTOS DE ENVÍO)
Puedes solicitar y recibir en casa una estampa CON RELIQUIA DE LA SOTANA DE JUAN PABLO II a quien tanto amor y veneración tenemos todos los que hemos convivido con él estos veinticinco años. Estas tres generaciones…
Solicita una estampa con «ex-indumentis»
Para recibir una estampa con ex-indumentis del Siervo de Dios Juan Pablo II es suficiente enviar la petición por correo postal, fax o e-mail al Servicio de Estampas, indicando además la dirección postal completa.
Las estampas llevan impresa la oración para pedir favores por intercesión del Siervo de Dios Juan Pablo II. La oración puede solicitarse en las siguientes lenguas: alemán, español, francés, inglés, italiano, polaco y Português.
La estampa es completamente gratis. Quien lo desee, puede enviar un donativo para los gastos de imprenta y expedición.
Dirección a la que solicitar la estampa con
ex-indumentis
Vicariato de Roma – 3er. piso
Postulaciòn
Piazza San Giovanni in Laterano, 6/A
00184 Roma
Tel. +39 06 69893738
Fax +39 06 69886240
E-mail:
[email protected]
Pero, explíqueme: ¿por qué los cristianos dan tanta importancia a trozos de ropa? ¿están mal de la cabeza?
Continúa explicando por qué los cristianos le dan tanta importancia a los huesos de sus «santos«. (Sigue…)
Una explicación de la veneración de los cristianos por las reliquias de los santos:
Huesos más preciosos que joyas raras y más costosos que el oro fino.
Los antiguos cristianos sostenían que la devoción a los santos mártires y a sus reliquias eran expresión de la veneración hacia el mismo Jesús. El culto a las reliquias se remonta al tiempo de los primeros cristianos y la cruz de Jesús es precisamente una de las primeras reliquias. Nos dirigimos a nuestro Dios por intercesión de nuestros santos y para estar más cerca de ellos visitamos los lugares donde han vivido y buscamos sus recuerdos y huellas.
Mientras el proceso de Beatificación y Canonización de Juan Pablo II sigue su curso, deseamos al menos un recuerdo suyo para sentirnos más cercanos a El. Por ahora podemos venerar algún recuerdo en privado, en el silencio de nuestros corazones, hasta el día que la Iglesia lo proclame Santo. Mons. Marco Frisina, responsable del Servicio Litúrgico del Vicariato de Roma, nos explica cómo comprender mejor el misterio de las reliquias.
Qué es la reliquia y qué representa en la Iglesia Católica?
La palabra reliquia proviene del latín reliquiae, restos. Es una memoria física, el testimonio vivo de un santo o de un beato. En la Iglesia siempre ha tenido un gran valor, porque nos refiere a lo concreto del resto, a una presencia histórica del paso de este santo. Otro valor que la reliquia posee se debe a la vivencia física del santo con la Eucaristía, con el Señor Dios, una relación a su vez sagrada. El valor del cuerpo de un bautizado, por su unión con la gracia, es un cuerpo-templo del Espíritu Santo. Pero el de un santo lo es aún en mayor medida, porque ha vivido en su carne esa santidad, comunión de gracia con Dios, y su cuerpo ha sido habitado por esa misma gracia de modo solemne. La reliquia permite mantenernos casi en contacto con aquel cuerpo. A lo largo de la historia las reliquias también han tenido un papel importante en la lucha contra el espíritu del mal pues la reliquia no es amada por el diablo, por representar una realidad física que ha tenido un contacto especial con la gracia.
Hay dos clases de reliquias …
La primera clase la constituye el cuerpo; la segunda, en cambio, las pertenencias o los objetos que han estado en contacto con el cuerpo de un santo, mientras era vivo o después de muerto. En cambio, los objetos que han estado en contacto con la tumba tienen un valor simbólico, afectivo, y se los llama “recuerdos”. El gesto de colocar o pasar sobre la tumba el objeto que usamos todos los días, por ejemplo el rosario, tiene a su vez un valor de devoción.
Cuándo podemos comenzar a venerar a un beato o a un santo?
La veneración comienza durante el rito de la beatificación: las reliquias son llevadas solemnemente al altar de la Iglesia. Solo a partir de ese momento se permite la veneración pública de las reliquias del santo. Durante el proceso de beatificación y canonización no está permitido venerar al Siervo de Dios de esta manera. En el caso de Juan Pablo II, a quien todos hemos venerado vivo por nuestro afecto y por la santidad de su vida, la estampa o imagen con ex indumentis – pedacito de su túnica – por ahora podemos utilizarlas en privado, como recuerdo de una persona muy querida. Debemos ser muy prudentes y tener mucha paciencia, obedeciendo a la Iglesia, y quedando a la espera que la Iglesia misma lo proclame santo, para nuestro júbilo espiritual.
Quién puede tener las reliquias?
La reliquia de primera clase sólo puede ser expuesta para culto público en una iglesia, un oratorio o un seminario. Siempre han sido colocadas debajo del altar de las iglesias para que precisamente el altar donde se celebra la Eucaristía conserve en su fundamento la memoria viva de aquellos que han estado unidos al sacrificio de Cristo con su vida. No está permitido de ninguna manera vender o comprar reliquias (de ningún género) pues son cosa sagrada, no tienen precio. La venta de reliquias está muy difundida por internet y permítanme decirles que esto es un sacrilegio. Además, se entiende que las reliquias son verdaderas cuando están confirmadas por el obispo.
Cuáles son las reliquias mas antiguas en la historia de la Iglesia?
Las reliquias traídas por Santa Elena, madre del emperador Constantino I, de Tierra Santa, son los clavos de la Cruz, la escalera del palacio de Pilatos o la reliquia de la Cruz de Jesús, que se encuentra en Roma en la Basílica de Santa Cruz de Jerusalén. Son reliquias que la tradición venera desde hace 1700 años y naturalmente tienen un gran valor para nosotros, para nuestra oración porque nos remontan directamente a la época del Señor. También la Sábana santa de Turín es una reliquia insigne, impresionante por su valor. En cambio el Velo de Verónica de Manoppello es una de las reliquias que tienen grandes probabilidades de ser verdaderas, pero sobre las cuales no podemos expresarnos con certeza.
A menudo la gente, movida por la curiosidad o la devoción popular, visita un santuario solo para ver la cabeza de Santa Catalina o la garganta de San Antonio. La devoción a las reliquias ¿no obstaculiza la presencia viva de Cristo en el Sagrario?
Siempre deberá ser respetada la jerarquía: el primer lugar lo ocupa la Eucaristía, luego tenemos la Palabra de Dios y después las reliquias, compuestas por las imágenes sagradas, recordando siempre que son funcionales a la oración. Es importantísimo practicar la devoción correcta a la reliquia, pues es fácil caer en la superstición. La reliquia no es un amuleto. Por lo tanto: voy a la iglesia, primero me arrodillo ante la Eucaristía, luego puedo ir a venerar un santo porque siento su protección. El santo reza por nosotros y nosotros podemos pedirle al santo, para que a su vez interceda ante el Señor, fin último de nuestra oración. Cuando beso la reliquia de un santo es como besar la Misericordia divina realizada en el santo. Cuando rezo ante el cuerpo de un santo, doy gracias a Dios por haber ayudado a esta persona en el camino de su vida hacia la santidad. Debemos recordar siempre que por intermedio del santo adoramos a Dios, como nos ha enseñado Juan Pablo II.
Aleksandra Zapotoczny