La simplicidad de lo ordinario está en desuso
El gusano de seda
En la sala de espera de un aeropuerto varias personas de diferentes nacionalidades presumían de los adelantos científicos que se estaban produciendo en su país.
«El profesor Hajim More del Instituto de Tecnología de Kyoto, ha conseguido que, modificando un gen del gusano de seda, éste produzca hilos de seda color verde fluorescente», decía un japonés.
«Nosotros», replicó incrédulo un orgulloso yanqui, «estamos trabajando para que añadiendo un gen de cerdo al gusano de seda, éste produzca hilos de seda con el color de la bandera de EE.UU.»
Un pálido inglés intervino diciendo: «A nuestros gusanos les añadimos genes de vaca lechera y además de producir hilos de seda de cualquier color, cuando se convierten en mariposa cantan el himno «Dios Salve a la Reina-«
Miguelito también quiso contribuir a la culta conversación.
«Pues mi padre está trabajando en su granja empeñado en conseguir que las vacas lecheras produzcan leche, los cerdos jamones y los gusanos de seda hilos de seda.»
«Calla, Miguelito, le dijo su madre, que tú no entiendes de gusanos.»