Soñé que un personaje misterioso me llevaba a pasear por los dormitorios y que con una lámpara que llevaba en sus manos iba iluminando la frente de los alumnos que dormían y daba a conocer el estado en que tenían su alma. Unos tenían la frente totalmente blanca. (El alma en gracia y sin pecado). Otros tenían la frente surcada por algunas rayas negras (pecados veniales) y algunos tenían la frente negra como una noche oscura (están en pecados mortales).
Al llegar al extremo del dormitorio oí cantar un canto de funerales. Pregunté por qué cantaban cantos de entierro y me dijeron: – Es que se ha muerto el joven Fulano de tal, el día tal.
Termino diciéndoles que antes de un mes algunos de los presentes habrán pasado a la eternidad. Estemos todos preparados para que si nos llega la muerte podamos recibir premios de Dios y no castigos.
Nota: A los 15 días de este anunció murió el joven Cavazzoli. Don Bosco le había dicho en secreto el nombre del joven al Padre Director del colegio para que lo preparara bien. Tenía miedo de morir pero el Padre Director le dijo: – Es mejor morir ahora que está en paz con Dios, que no después cuando quién sabe qué le pueda suceder a uno en la vida.
Al oír esto el muchacho se calmó y diciendo estás oraciones: Jesús, José y María expire en vuestros brazos y en paz el alma mía”. Y murió santamente.