“El otro día leí una cita del Deuteromio, del capítulo 32, versículo 25, una palabra que me hirió por dentro y por fuera, hasta materialmente. Está Moisés dando gracias a Dios, y amonesta al pueblo de que llegará un momento en el que, por exceso de bienestar, perderán la buena conducta. Y exclama: foris vastabit eos gladius et intus pavor.
Puede aplicarse perfectamente a la situación de ahora: por fuera, todos tienen derecho a criticar a la Iglesia, ¡todos!… Y dentro, ¡pavor!, ¡miedo! Lo digo al oído de cada uno de vosotros. Es una buena hora, hijos, porque es muy mala. Pasará pronto, si adoramos de verdad al señor, si reparamos”
San Josemaría