“Dile que la quiero mucho. No fue una novena estéril. La oración es siempre fecunda, pero el Señor desea que amemos mucho a su Madre y que tengamos un poquito de paciencia. Las dos cosas las va logrando hasta ahora, porque El nos da los medios: su gracia, su luz, su fortaleza”.
San Josemaría