Me conmovió la súplica encendida que salió de tus labios: «Dios mío: sólo deseo ser agradable a tus ojos: todo lo demás no me importa. -Madre Inmaculada, haz que me mueva exclusivamente el Amor».
Me conmovió la súplica encendida que salió de tus labios: «Dios mío: sólo deseo ser agradable a tus ojos: todo lo demás no me importa. -Madre Inmaculada, haz que me mueva exclusivamente el Amor».