Santa Marcela (Roma, 325 – ibídem, 410), también conocida como Marcela de Roma, fue una dama perteneciente a la aristocracia romana. Convertida al cristianismo, perteneció al círculo de Jerónimo de Estridón, quien le dirigió una larga serie de epístolas: 23 a 29, 32, 34 y 37, escritas en el año 384; 38, y 40 a 44, escritas en el año 385; a las que se suma la epístola 59. Semejante cuerpo de epístolas evidencia la importancia que Jerónimo atribuyó a Marcela en la comunidad de Roma. La epístola 127 ad Principiam, escrita por Jerónimo en 412 luego de la muerte de Marcela, constituye una de las principales fuentes acreditadas referidas a la vida de esta aristócrata romana.