María Magdalena (en hebreo, מרים המגדלית; en griego antiguo, Μαρία ἡ Μαγδαληνή) es mencionada, tanto en el Nuevo Testamento canónico como en varios evangelios apócrifos, como una distinguida discípula de Jesús de Nazaret. Su nombre hace referencia a su lugar de procedencia: Magdala, localidad situada en la costa occidental del lago de Tiberíades y aldea cercana a Cafarnaúm.
Es considerada santa por la Iglesia católica, la Iglesia ortodoxa y la Comunión anglicana, que celebran su festividad el 22 de julio. Reviste una especial importancia para las corrientes gnósticas del cristianismo. En 1988, el papa Juan Pablo II en la carta Mulieris Dignitatem se refirió a ella como la «apóstol de los apóstoles», y el 10 de junio de 2016, la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos publicó un decreto por el cual se eleva la celebración de santa María Magdalena al grado de fiesta en el Calendario romano general, por expreso deseo del papa Francisco.