“La segunda mitad del siglo XX
dio pasos de gigante.
Hubo no obstante algunos reaccionarios,
gentes que se negaron a avanzar con su tiempo
-una monja ruinosa de Calcuta, unos papas,
Escrivá, Solzchenitsyn, Lech Walesa,
Jérome Lejeune y otros,
sin olvidar los Pérez con su codos gastados
en el amargo roce de los lunes y martes
y unos pocos millares de silencios postrados
bajo la lucecita latiente del Sagrario-,
gentes reacias a vivir a cuatro patas
y a dar aquellos pasos de gigante camino de la nada.
Nadie lo supo, y ellos sostenían
la máquina del mundo.
Luminosos rebeldes, ellos fueron
el rumbo de la Historia
durante la segunda mitad del siglo XX:”