Una vocación negativa. También en el año 1868 narró Don Bosco: Vi en sueños a uno de nuestros alumnos agonizando, tendido por el suelo y a su alrededor varias armas de combate y varios cadáveres. Le pregunté por qué estaba así y me respondió: – Es que me volví asesino y me han condenado a muerte.
Y el Santo añadió: – Yo conozco a ese muchacho y deseo poder infundirle sentimientos de bondad y de piedad. Pero tiene tan mal carácter que me temo que no se va a corregir.
Este joven se fue después al cuartel y mientras prestaba servicio militar mató a su oficial. Fue condenado a muerte, pero antes de ser fusilado se confesó, comulgó y demostró mucho arrepentimiento y piedad.