El abogado al
homicida:
–
Sinceramente,
no sé que decir para librarte de la silla eléctrica.
Sinceramente,
no sé que decir para librarte de la silla eléctrica.
Responde el
condenado:
condenado:
–
¿Por que
no dices que has sido tú?
¿Por que
no dices que has sido tú?