«Por vosotros sufro de nuevo dolores de parto, hasta ver a Cristo formado en vosotros” (Gal. 4,19.) La vida surge, no por el hacer, sino dando a luz, y exige, por tanto, dolores de parto.»
«Por vosotros sufro de nuevo dolores de parto, hasta ver a Cristo formado en vosotros” (Gal. 4,19.) La vida surge, no por el hacer, sino dando a luz, y exige, por tanto, dolores de parto.»