Esto no podría pasar, ya que la confesión no puede realizarse por teléfono: Soy el capellán militar. El soldado Morales a sus órdenes.
¿Desde cuándo no te confiesas? Hace un año. Ponte de rodillas y confiesa tus pecados. Padre me confieso… ¡¡¡He dicho de rodillas soldado!!! se arrodilló y confesó sus pecados por teléfono a unos compañeros que se partían de risa con su novatada…