“Hay una persona muy importante del mundo, muy importante, que su secretario dice que no hay que ponerle nunca inyecciones porque es muy fuerte. La persona importante es el Papa. No hay que ponerle inyecciones, porque es muy fuerte. Pues no presumáis de fuertes, hijos míos: somos todos flojos. Y con la gracias de Dios, seremos fuertes y podremos decir el possumus aquel de Juan y de Santiago, que tanto emocionó a nuestro Padre: possumus porque nos fiamos de la gracia de Dios, possumus porque ponemos los medios, possumus porque la Santísima Virgen es Madre de Dios y Madre nuestra”.
Don Álvaro del Portillo