Antigua Roma, 63 a 14 a.C. “El emperador Augusto estaba de viaje por el Imperio cuando vio a un hombre en la multitud que tenía un parecido sorprendente consigo mismo. Intrigado, preguntó: ‘¿Tu madre estuvo alguna vez en el servicio de Palacio?’ ‘No, alteza’, respondió, ‘pero mi padre sí’”.