“Mejor es el sufrido que un héroe; y quien domina sus pasiones que un conquistador de ciudades”
(Proverbios, 16, 32)
Es más valioso y admirable aquel que puede soportar el sufrimiento con paciencia que alguien considerado un héroe. Asimismo, se destaca la importancia de aquel que tiene control sobre sus emociones en comparación con alguien que puede conquistar ciudades pero no domina sus propias pasiones.