¿Amigos o cómplices?
Un amigo incitaba insistentemente a Publio Rutilio a que hiciese algo moralmente nada bueno. Él se oponía también con insistencia. Ya cansado de solicitar, le dijo el amigo:
– Entonces , ¿de qué me sirve tu amistad?.
Y Rutilio contestó:
– Y a mí, ¿de qué me sirve la tuya, si por ella tengo que hacer lo que no debo?
Continúa un comentario a esta anécdota de amistad…
Cuando la amistad se convierte en pretexto para hacer algo malo, los amigos dejan de ser amigos y se convierten en cómplices.
Cuando la amistad nos lleva a actuar en contra de la conciencia, esa amistad ha cavado su tumba.
«Este es el primer precepto de la amistad: pedir a los amigos sólo lo honesto, y sólo lo honesto hacer por ellos». (Cicerón). Agustín Filgueiras