Cuando espeté a un alumno una expresión folklórica y bullanguera del estilo: «Estás más colgado que Sadam Hussein» me respondió que quién era ese.
Después de indagar, me di cuenta que en la mente de los alumnos sólo están los hechos y los personajes que han sido mencionados u ofrecidos por los Simpson.
Es una especie de nuevo libro de historia o de biblia…
Cuando mencionas un hecho histórico o un personaje famoso la asignación de su conocimiento es inmediata:
– Sí lo dijeron en los Simpson.
Si ese es todo el referente, convendría echar un vistazo al mundo de los dibujos animados.
Lejos de nosotros están los cartoons del Pájaro Loco, Tom y Jerry; Félix el Gato; Babar, Scooby Doo o los Pica-piedra; y catatónicos nos quedamos al comprobar que ha cambiado el concepto y SOBRE TODO EL CONTENIDO de los dibujos animados.
Lea este interesante artículo que nos sitúa con los pies en la tierra. No dejemos que nadie deforme a nuestros hijos sin que nosotros lo queramos…
Actualmente los dibujos animados han cambiado de manera considerable.
Lo que antes podía considerarse como un instrumento para entretener a los niños- siendo éstos su público principal- ahora es una herramienta de entretener también a adultos. El formato y los contenidos han cambiado en función del público al que va dirigido. En la llamada “animación adulta” en la mayoría de los casos se utiliza un humor negro que roza el absurdo; se hace crítica social y los personajes reflejan conductas asociales, cuando no infantiles e inmaduras a pesar de que los protagonistas son adultos; todo ello envuelto en un lenguaje vulgar.
Sin ánimo de elaborar una lista negra, nunca es buena la censura y menos a un medio de comunicación, mi intención va más en la línea de informar a los padres sobre la amalgama de dibujos animados que hay en la programación televisiva y de aconsejar a éstos los dibujos apropiados para las edades de sus
hijos.
Dibujos que se han emitido en distintas cadenas en España como Los Simpsons; Futurama; Family Guy; American Dad; South Park; Sit Down, Shut Up o Sin Chan no son para menores a pesar de gozar de gran número de simpatizantes- adultos y niños- y buenas críticas de expertos en televisión a nivel internacional.
Es importante no caer la tentación de creer que por el hecho de que nuestros hijos estén viendo dibujos animados éstos vayan a ser adecuados para su edad e, incluso, educativos. Nada más lejos de la realidad.
Partiendo de la idea de que hay que hacer una selección de los dibujos animados, el aconsejar a los padres cuáles son los apropiados no es una tarea fácil. Se complica por el hecho de que cualquier dibujo animado lo emiten en el horario de protección al menor, en la franja horaria de 6 a 22 h. Pero además, con algunos agravantes: muchas veces estos programas no están señalizados según
la edad del niño y por lo tanto, se interpreta- según la normativa del Código de Autorregulación de las cadenas de televisión- como apto para todos los públicos y los que están señalizados (+7 y (TP) Todos los públicos), muchas veces tienen una clasificación incorrecta. Realmente no puedo entender cómo Bob Esponja puede tener una clasificación de TP cuando yo creo que es una animación para adultos.
Otro agravante es que la multiplicación de canales temáticos para niños y adolescentes ha balcanizado la oferta de dibujos animados y programas infantiles. Disney Chanel, Clan TV, Neox – Antena 3 son algunos de los canales de TDT- sin contar con canales de Plataformas de Pago. Este factor de multiplicación de espacios emisores hace complicada la selección.
Los padres de familia después de nuestra jornada laboral nos vemos abocados a reconducir a nuestros hijos en los hábitos de consumo televisivo. La tarea no es fácil, ya que sería más cómodo “plantar” a los niños junto al receptor y dejar que éste cumpliera con su tarea de “niñera electrónica”.
Reconozco que es una pelea apartar a mi hijo de la compañía de sus amigos “Bob Esponja”, “El Zorro” o “Los Gormitis” espacios televisivos claramente desaconsejables para su edad. Sin embargo, los padres tenemos la obligación de encaminar a nuestros hijos en el camino de la belleza, la bondad y la verdad, así como de enseñarles el don de la oportunidad y la espera en estos, sus primeros, contactos con la pantalla.
Fuente: Una página web que aconsejamos: www.sontushijos.org
Dibujos animados, nada infantiles – Carmen de Andrés