Oración de los mayores
Cuánta humildad se necesita para envejecer con dignidad y enfrentarse con garbo a esa nueva etapa de la vida.
Sigue una antológica oración…
Enséñame, Señor, a envejecer
Enséñame, Señor, a envejecer con dignidad como cristiano.
Convénceme de que no son injustos conmigo
los que me quitan responsabilidades;
los que ya no piden mi opinión;
los que llaman a otro para que ocupe mi puesto.
Quítame el orgullo de mi experiencia pasada y
el sentimiento de creerme indispensable.
Señor, en este gradual despego de las cosas y en la aceptación
de las enfermedades físicas y las enfermedades,
que sólo vea el paso del tiempo,
y la manifestación de tu amorosa providencia.
Ayúdame, para que todavía sea útil a los demás
con mi oración con mi valoración de su trabajo
y con la ayuda desinteresada y discreta que pueda prestar.
Que no recuerde insistentemente todo lo que he hecho,
para no vivir en amargura.
Que en esta etapa tranquila y serena de mi vida
no olvide cuánto me has amado y cuánto he recibido de todos
para que mire con gratitud y confianza
el destino feliz que me tienes preparado
y hacia el que me orientaste
desde el primer momento de mi vida.
Que la confianza en Ti me dé serenidad y paz. Amén.