Aunque el ibuprofeno se ha vuelto muy popular, si se consume de manera regular puede provocar efectos adversos gástricos (hemorragias gástricas y úlceras) y cardiovasculares. Como sucede con otros antiinflamatorios no esteroideos, si se toman dosis altas (más de 1.600 mg/día) y de manera habitual, puede producir un incremento del riesgo de sufrir infarto cardiaco, sobre todo entre personas que lo ingieren de forma crónica en dosis altas. Algunas investigaciones lo relacionan con las agudizaciones de asma y la pérdida de audición.

Tampoco el uso indiscriminado de paracetamol está exento de riesgos. El máximo que un adulto puede consumir en un día (cuatro gramos) es la cantidad cercana a la sobredosis y puede ocasionar daño hepático.

Fuente de la información Consumer.