Francisco nació en Asís alrededor de los años 1181 ó 1182. En su juventud llevó una vida sana. Cayó gravemente enfermo y, cuando se recuperó, combatió en el ejército. En su regreso se dedicó a la oración y un día una imagen de Jesucristo le pidió que arreglara la Iglesia de San Damián.
Su padre no lo aceptó y le obligó a ir con el Obispo de Asís. San Francisco buscó un lugar para establecerse, obtuvo limosna en un monasterio y, finalmente, regresó a San Damián para seguir con las reparaciones. San Francisco tuvo muchos seguidores y cuando eran 12 discípulos redactó una orden con consejos evangélicos.
En la capilla de Porciúncula establecieron la nueva orden que se distinguía por su gran capacidad de servicio a los demás. La orden del fraile creció más allá de los Alpes y tenían misiones en España, Hungría y Alemania. En 1224 se retiró al Monte Alvernia y se construyó ahí una pequeña celda. Aquí sucedió el milagro de las estigmas en el cual quedaron impresas las señales de la Pasión de Cristo en el cuerpo de Francisco.
Su salud se fue deteriorando y murió con 44 años después de escuchar la Pasión de Cristo según San Juan.