“Lo que es fundamental para el progreso y la profundidad de nuestra oración no es lo que hacemos en esos momentos, sino lo que hacemos fuera de ellos. Por eso cada cual, una vez todos los días, debe escuchar una corta canción, leer una hermosa poesía, ver una buena pintura y si posible fuera, hablar unas pocas palabras sensatas”.
«Tiempo para Dios: Guía para la vida de oración» de Jacques Philippe