Frases del libro Diario de un hombre superfluo:
- No ha hecho nada reseñable en toda su vida.
- Desprenderse al fin de la conciencia abrumadora de la vida, del sentimiento obsesivo e inquieto de la existencia!
- Mientras el hombre vive, no percibe su propia vida; esta, como un sonido, se vuelve clara varios años después.
- Las efusiones sentimentales son como el regaliz: al principio lo chupas y parece que no está mal, pero después se queda un sabor desagradable en la boca. Empezaré a contar mi vida con sencillez y tranquilidad.
- He de confesar una cosa: en este mundo he sido un hombre completamente superfluo o, quizá, un pájaro completamente superfluo.
- Es evidente que la Naturaleza no contaba con mi aparición y, en consecuencia, se comportó conmigo igual que con un huésped no esperado ni invitado.
- En realidad soy bastante inteligente, incluso a veces se me ocurren ideas bastante divertidas, nada corrientes, pero puesto que soy un hombre superfluo y con un candado en mi interior, pues me cuesta horrores.
- Expresar mi idea, tanto más porque sé de antemano que la contaré mal. Incluso a veces me parece raro cómo habla la gente, con tanta sencillez y facilidad…
- Esas tres semanas fueron la época más feliz de mi vida.
- Sí, por fuerza tendrás que decir, como el filósofo ruso: «¿Cómo saber lo que no sabes?». Hasta mañana.
- Aún teniendo ojos e incluso abriéndolos muchísimo, no llegan a ver nada o ven todo bajo una luz equivocada, como a través de unas lentes tintadas. Sus propias ideas y observaciones les obstaculizan cada paso.
- La mentira es igual de vivaz que la verdad, si no más.
- No es capaz de entender lo que ocurre en su interior, tampoco lo es de lo que ocurre delante de él.
- Ya no tenía duda alguna sobre mi desgracia y estaba completamente desesperado,La muerte es algo sagrado a pesar de todo, eleva a cualquier criatura.