La cruz puede llegar en cualquier momento; por lo mismo puede desaparecer… (recuerda la historia de Job): así nuestra paciencia se somete a prueba. Por la paciencia ganaremos nuestra recompensa.
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Una mujer recobra la vista tras 25 años de ceguera casi total por un glaucoma
09:54:18 – 21/01/2006Vocento VMT -Según su propio relato, cuando abrió los ojos le dijo a su marido: «¡Eric, has envejecido!». Y añade: «Te miras por primera vez frente al espejo y preguntas: «¿Soy yo?»».
Estaba al borde de la muerte, tras sufrir un ataque al corazón, y recuperó no sólo la vida, sino también la visión completa. Joyce Urch, inglesa de 74 años y ciega casi totalmente desde 1979, en los últimos años había perdido del todo la visión. Los médicos no supieron explicarse hace 25 años por qué perdió la vista, ni tampoco encuentran una razón para que la haya recobrado de pronto. El hecho ocurrió hace 16 meses y desde entonces el «milagro» ha llenado de felicidad su vida familiar.
«Ya no va a durar mucho, va a morirse», comentaron los cinco hijos de Joyce Urch cuando su madre fue ingresada de urgencias en el Walgrave Hospital de Conventry. Nadie se esperaba que regresaría con vida a la habitación, ni mucho menos que sus primeras palabras iban a ser «¡puedo ver!, ¡puedo ver!».
Según su propio relato, cuando abrió los ojos le dijo a su marido: «¡Eric, has envejecido!». También los años habían pasado para ella. «La primera vez que te miras en el espejo -relataba ayer la mujer en The Daily Telegraph- te preguntas: ¿soy realmente yo? Muchas cosas han cambiado».
Joyce Urch padecía glaucoma, pero los médicos no encontraron la causa de su pérdida de visión. Después de muchos análisis, la atribuyeron a razones genéticas, pues otras personas de su familia, como su abuela y dos tías, también habían quedado ciegas. «Tuve muchos tratamientos y finalmente me quedé ciega por completo. Mi vista ha retornado de forma diferente. Sucedió de pronto y de inmediato pude ver todo», según atestigua.
Martin Breen, cardiólogo del Walgrave Hospital, no se siente «capaz de dar una explicación médica». «Cuando fue admitida en el hospital padecía un serio ataque al corazón y nuestra gran preocupación era salvarle la vida. Estoy encantado de que se haya recobrado del todo, con el premio añadido de la visión recuperada», señala.
Joyce Urch ha podido ahora ver a sus doce nietos y tres biznietos, y ha retomado las tareas de la casa. «Ahora hacemos todas las cosas entre los dos; ambos hemos vuelto a la vida», asegura su marido, que no se creía el repentino cambio de su esposa cuando ésta despertó en el hospital. Cuando entonces le dijo que podía ver, Eric le preguntó por el color de su jersey, y Joyce no dudó en afirmar: «Es gris, lo veo».
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La reliquia más grande de la cruz de Cristo
Vocento VMT -El «Lignum Crucis» que se conserva en Santo Toribio de Liébana es el pedazo más grande de la cruz en la que murió Cristo que, según la tradición histórica, descubrió en Jerusalén Santa Elena, madre del emperador Constantino.
En concreto, explica el prior de la abadía, «el trozo corresponde al brazo izquierdo del crucero» y tiene unas dimensiones de 63 por 29 centímetros.
La historia de la reliquia relata que en el siglo V viajó de Tierra Santa a Astorga de la mano de Toribio, obispo de Astorga. En el siglo VIII, tras la invasión musulmana, los fieles leoneses trasladaron tanto el Lignum Crucis como los huesos del prelado (ya elevado a los altares) al monasterio de San Martín de Turieno, que con el tiempo cambió de denominación, llamándose de Santo Toribio de Liébana.
Durante siglos, la reliquia estuvo custodiada por frailes benedictinos, pero tras la desamortización del siglo XIX el monasterio cayó en el abandono hasta que en 1961 se otorgó la custodia a los franciscanos. Desde entonces, son ellos quienes muestran a los peregrinos el relicario, del siglo XVII, que cuenta con una serie de sellos que hacen imposible el robo de la madera santa que pesa lo suyo: más de diez kilos.