Dicen que un hombre -una mujer- puede aguantar cuatro veces más de lo que cree, dependiendo de su motivación, esto es de cómo alimente su voluntad…
Por eso los años de su formación, en los que pone las piedras grandes del edificio de su vida, -desde los 7 a los 18- son cruciales para el resto de su existencia. Por que de ahí extrae las razones últimas que le harán sobrevivir en circunstancias extremas.
Continúa con una historia titulada la voluntad del hombre…
La voluntad de un hombre
Guillaumet era piloto de una línea aérea en los tiempos gloriosos del comienzo de la aviación comercial. Cuenta cómo salió adelante, perdido a seis mil metros de altura en los Andes a consecuencia de un fallo en su avión, del que salió ileso milagrosamente. Caminó y caminó durante muchos días, extenuado y sin alimentos ni ropa de abrigo, subiendo y bajando por aquellos montes de hielo, hasta que -casi más muerto que vivo- lo encontró un pastor, que lo puso a salvo. Al recordar más adelante esa experiencia, reconoce: «Entre la nieve se pierde todo instinto de conservación. Después de dos, de tres días de marcha, lo único que se desea es dormir. También yo lo deseaba. Pero me decía: mi mujer cree que estoy vivo, que camino. Mis amigos piensan igualmente que sigo andando. Todos ellos confían en mí. Seré un canalla si no lo hago…». Y añade: «lo que yo hice, estoy seguro, ningún animal sería capaz de hacerlo». (Saint-Exupéry, Terre des hommes)