Citas del libro Hacia la belleza (David Foenkinos)
El pasado deposita así una huella insólita en el presente.
La curiosidad delimita el mundo de los vivos del de las sombras.
Los últimos tiempos de la pareja habían estado jalonados de tensiones. Meses de una vacilación triste en los que el matrimonio parece un hecho establecido más que un placer. Uno no ve que el final se acerca, piensa en una crisis, en un periodo un poco crítico, la vida no puede estar constituida de una sucesión de euforias sentimentales, pero a veces se trata de la primera aparición de una sombra que ya no se puede espantar. Las rupturas existen mucho tiempo antes de la mañana en que nos decimos: esto se ha acabado.
«Nadie conoce a nadie», le había dicho una amiga para consolarla.
Había permanecido cegado demasiado tiempo por la belleza de los comienzos? Ahora aquello se le antojaba tan lejano…
El tiempo del amor y el tiempo del desamor.
Eran bellos y maravillosos por aquel entonces, plenos de una certeza amorosa que rebosaba eternidad.
Nos gusta lo que gusta a quienes nos gustan.
Convalecencia emocional.
La cortesía del desamor.
Había vivido llevando las felices anteojeras de la fidelidad.