En la antigüedad egipcia,
las mujeres eran vistas y honradas
como más altas y más sagradas que un hombre.
La mujer es la madre de todos,
dando vida y enseñando.
Los antiguos creían
que cuando un hombre
lograra una gran cantidad de conocimiento,
espiritualidad y poder,
se le permitiría usar una peluca de pelo largo
para simbolizar que había alcanzado un cierto nivel
igual a una mujer.
Mientras los dos se unen,
ella sostiene a su hombre,
dándole fuerza y protección.
Hay un dicho que sigue flotando en la actualidad:
«Detrás de cada hombre exitoso
hay una mujer fuerte que lo sostiene».