“—Creo que te echaré de menos, Juan —fue todo lo que dijo. —¡Rafa, qué vergüenza! —le reprochó Juan—. ¡No seas necio! ¿Qué intentamos practicar todos los días? Si nuestra amistad depende de cosas como el espacio y el tiempo, entonces, cuando por fin superemos el espacio y el tiempo, habremos destruido nuestra propia hermandad. Pero supera el espacio, y nos quedará sólo un aquí. Supera el tiempo, y nos quedará sólo un ahora. Y entre el aquí y el ahora, ¿no crees que podremos volver a vernos un par de veces?”