¡Seguro que alguna vez te has preguntado por qué tu reflejo en el espejo y tu imagen en una selfie no coinciden! La respuesta está en la forma en que capturamos y percibimos las imágenes.

Cuando te miras en el espejo, estás viendo una imagen reflejada a través de una superficie plana, sin distorsiones. Tu cerebro está acostumbrado a este tipo de visión, por lo que te ves natural y agradable. En cambio, las selfies se toman con una cámara que tiene una lente gran angular (menos de 50 mm), la cual puede causar distorsiones en la imagen, especialmente cuando estás cerca de la cámara.

Aquí te explico por qué sucede esto:

  1. Aberración óptica: Las lentes de las cámaras para selfies tienden a tener un ángulo de visión amplio para captar más del entorno. Sin embargo, este ángulo puede «afilar» las características faciales cuando estás cerca de la cámara, haciendo que te veas diferente o incluso raro.
  2. Distancia y perspectiva: Las lentes de 50 a 200 mm, que se encuentran en cámaras profesionales, tienen una distancia focal que «aplana» la imagen, lo que resulta en una apariencia más natural y menos distorsionada. Este efecto se debe a que estas lentes están diseñadas para capturar imágenes con menor distorsión en comparación con las lentes de gran angular.
  3. Soluciones para mejores selfies: Para reducir este efecto, intenta alejar la cámara de tu rostro. Esto ayudará a disminuir la distorsión que provoca la lente gran angular. Además, si es posible, utiliza la cámara trasera de tu teléfono en lugar de la frontal, ya que la cámara trasera generalmente tiene una lente con una distancia focal más adecuada para retratos.

Recuerda, cada cámara tiene sus peculiaridades, y ajustar la distancia y el ángulo puede hacer una gran diferencia en cómo te ves en tus fotos. ¡Prueba estos consejos y verás cómo tus selfies mejoran! 📷✨