En una conferencia, el público estaba cansado y aburrido. Cuando terminó, el orador pregunta si alguien tiene que formular alguna pregunta. Desde el fondo, se oye una voz que dice: «¿Qué hora es más o menos?».
Cuando el novio, en el cine, le puso la mano en la pierna por encima de la rodilla a la novia, esta comento: «San Marcos versículo 114». Al llegar a casa, éste busco el significado de la cita y encontró: «La felicidad se encuentra más arriba».
En un mitin electoral: «Votad al PSOE, porque España está al borde del precipicio. Si volvemos a salir elegidos daremos un paso al frente».
En una retransmisión de pelota a mano dijo el locutor: «Los últimos tantos han sido dramáticos, porque mientras el campeón se quejaba de las manos, el aspirante se quejaba de las pelotas».
En 1.987 Gorbachov declaró en cierta ocasión: «Si cualquier ciudadano americano, es libre para presentarse ante Reagan y ponerle a parir, nosotros no seremos menos, a partir de ahora, cualquier ciudadano ruso es libre de presentarse ante mí y poner a parir a Reagan».
Ocurrió en una sala de fiestas de Madrid: Artista: Ahora quisiera realizar alguna imitación. Un señor del público: ¿Sabe imitar a la gallina? Artista: Pues claro. El señor: Entonces, ¡háganos un huevo!
No a todo el mundo le gusta la pintura de Picasso. En cierta ocasión una dama le preguntó: ¿Cómo puede pintar así? Picasso: Pinto lo que veo, señora. La señora: Lástima que no vea lo que pinta.
Siendo jefe del gobierno francés Clemenceau recibió a un político en su despacho, el mismo día de la muerte de uno de sus ministros. Político: Quiero ponerme a su disposición por si cree que puedo ocupar el puesto del ministro fallecido. Clemenceau: Eso no es cosa mía, pregúnteselo a los de la funeraria.
Estando la abuela cantando una canción de cuna a su nieto para dormirle, éste le dijo: «Abuela, ¿no podrías seguir cantando fuera?, es que quisiera dormir».
Se cuenta que Carlos V, visitando un monasterio de Alemania, vio a un monje que tenía la barba negra y el pelo completamente blanco. Preguntóle la causa de tan extraño fenómeno y el monje le contestó: «Señor, he trabajado más con la cabeza que con los dientes».
El futurólogo le dijo que según los astros su número de la suerte era el 10. Ni corto ni perezoso se fue al hipódromo el día 10 de octubre, (mes 10) a las 10 de la mañana, en el autobús 10, entró por la puerta 10, se acercó a la taquilla 10, se gasto 10.000 ptas. apostando por el caballo nº 10. Se celebró la carrera, el caballo nº 10 llegó el décimo.
En una conferencia: Conferenciante bajito: «… Esta noche, no puedo pasar por alto,…». Alguien del público: «¡Ni esta noche, ni nunca!».
Imponen una multa de 50 millones a unos grandes almacenes por inmorales. En la sección de lencería subieron las faldas y bajaron las bragas.
Le preguntan a un campesino por la influencia en el campo del cambio de hora que se produce en otoño. El campesino contestó: «No influye, pues sigue habiendo luz hasta que oscurece».
Juan Guerra no ha contestado a ninguna de las 100 preguntas que le han hecho. Si la primera pregunta hubiera sido: «¿Va usted a contestar a las 99 preguntas siguientes?» se hubieran ahorrado mucho tiempo.
Le habían dicho que el voto era secreto. Fue a votar, se metió en la cabina, metió la papeleta en el sobre y lo escondió.
Comienzo de una homilía del obispo de Segovia: «Queridos hermanos, hoy no me encuentro muy católico … ».
Encontró un genio en el desierto que le concedió la gracia de un deseo. Pidió conocer a la mujer más buena del mundo. Se le apareció la madre Teresa de Calcuta.
Un orador inexperto: «Que.. que… queridos amigos, cuando vine esta noche, sólo Dios y yo sabíamos lo que iba a deciros… ahora sólo lo sabe Dios».
Por la megafonía de un campo de fútbol: «Por favor, se ruega al propietario del coche matrícula de Madrid: M – 17 65 43 23 45 64 30 09 92 87 64 35 42 54 32 76 BJ vaya urgentemente a retirarlo pues molesta la matrícula».