La cultura del chollo, del saldo, de la sisa o del pelotazo

Lo que busca tanta gente con la lotería es de entrada hacerse ricos de repente. En el fondo se busca el cielo, que es la plena felicidad, a través de medios que no le llevan allí (como irse a la luna en tren…). Por eso hay una continua frustración: los anuncios te prometen mucho por poco; felicidad a cambio de cosas (un coche, un perfume, una promoción…).

Nos debemos convencer que recibiremos tanto en cuanto nos demos. Y que en esta vida todo lo que vale la pena cuesta esfuerzo.

Continúa con una anécdota histórica…

EL AGRICULTOR

No, yo no puedo aceptar una recompensa por lo que hice. respondió el agricultor inglés, rechazando la oferta. En ese momento el propio hijo del agricultor salió a la puerta de la casa de la familia.
«¿Es ese su hijo?» preguntó el noble inglés.
«Si,» respondió el agricultor lleno de orgullo.
«Le voy a proponer un trato. Déjeme llevarme a su hijo y ofrecerle una buena educación. Si el es parecido a su padre crecerá hasta convertirse en un hombre del cual usted estará muy orgulloso.»

El agricultor aceptó. Con el paso del tiempo, el hijo de Fleming el agricultor se graduó de la Escuela de Medicina de St. Mary’s Hospital en Londres, y se convirtió en un personaje conocido a través del mundo, el famoso Sir Alexander Fleming, el descubridor de la Penicilina. Algunos años después, el hijo del noble inglés, cayó enfermo de pulmonía. ¿Que le salvó? La Penicilina.
¿¿El nombre del noble inglés?? Randolph Churchill.
¿¿El nombre de su hijo?? Sir Winston Churchill.
Alguien dijo una vez: Siempre recibimos a cambio lo mismo que ofrecemos.