Vivir el presente, el hoy, aquí y ahora; no permitir que nada del pasado malogre el instante que estás viviendo y que tampoco un estrés anticipatorio crónico y negativo sobre lo que «podría» ocurrir en el futuro destruya el ¡ahora! de felicidad. Mantener como constante una alta estima, autoamor y confianza en ti mismo y en tus capacidades. Cada día que amanezca date el mejor regalo que puedes ofrecerte a ti mismo, que es amarte y convertirte en tu más incondicional amigo. Quiérete y acéptate sin condiciones.
Bernabé Tierno