En esta celebración se honra a la Virgen que, como madre de nuestro Señor Jesucristo, es también Reina y Señora de las criaturas excelsas.
Nuestra Señora de los Ángeles es también patrona de Costa Rica, a raíz de la siguiente historia: alrededor del año 1635 una joven mestiza india llamada Juana Pereira se levantó al amanecer para recoger leña. Era el día de la Fiesta de la Virgen de los Ángeles y, gracias a la luz del alba, descubrió una pequeña imagen de la Virgen tallada en una piedra oscura. Juana Pereira recogió el tesoro que regresaba a la roca donde había sido encontrado. De este modo, entendieron que la Virgen quería que allí se construyera un lugar de oración.
Al enclave llega un aluvión de devotos para visitar a la Madre de los Cielos. Muchos acuden a orar a la piedra donde fue hallada la imagen. Asimismo, debajo de la piedra brota un manantial, símbolo del Bautismo.