José María Rubio Peralta nació en Dalías (Almería) el 22 de julio de 1864 en una familia muy numerosa. Cursó los estudios eclesiásticos en el Seminario de Granada y en el de Madrid. Aquí en 1887 fue ordenado presbítero. Ejerció su ministerio sacerdotal en las parroquias de Chinchón y Estremera. Fue profesor del Seminario, notario de la Curia y Capellán de las Monjas Bernardas.
En 1906 ingresó en la Compañía de Jesús y fue destinado a ejercer su ministerio pastoral también en Madrid donde permaneció hasta su muerte, que tuvo lugar en Aranjuez el 2 de mayo de 1929.
Formado en la escuela de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola, con una profunda vida espiritual, alimentada sobre todo en el amor a la Eucaristía y en la devoción al Corazón de Jesús, se dedicó: a reconciliar penitentes en el confesionario, a la predicación del evangelio de forma sencilla, a la atención pastoral y social en los barrios más pobres de Madrid y a la formación de seglares para que actuaran como cristianos en la familia, en su profesión y en la sociedad. Promovió la obra de las “Marías de los Sagrarios”. Ya en su tiempo se le llamó: “el apóstol de Madrid”.
Fue beatificado el 6 de octubre de 1985.