Un juez comienza la vista de la causa en la que un señor, ya de setenta años, se declara culpable de haber asesinado a su mujer.
En la primera sesión el juez llama al reo y le dice:
– Mire, este asunto es lamentable. A nivel personal y en confianza… ¿No le parece extraño matar a su mujer después de 55 años de matrimonio?
– La verdad es que sí. Pero ya pensé en hacerlo durante la luna de miel… pero lo vas dejando, lo vas dejando…