Hay quien sin pensar promete más de la cuenta; se le calienta la boca vendiendo burras que no existen.
Una regla de oro para generar confianza: sólo prometer algo que se pueda cumplir (y que vayamos a cumplir).
Una anécdota ilustra esta idea. (Leer más…)

Kaziah Hanckock y Cindy Stewart
creyeron que verían a Cristo. Después de todo, su pastor les había
advertido que se acerca el fin del mundo y que sólo se salvarían sus
fieles. Además, prometía un encuentro con Cristo si donaban sus bienes
a la iglesia.

Kaziah y Cindy se cansaron de esperar
el fin del mundo y la venida del Señor. Al otro día demandaron a la
iglesia y a su guía por fraude, por rompimiento de contrato y por
presión emocional premeditada.

Un jurado de Utah, en Estados Unidos, les otorgó una indemnización de US$300.000.

http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/misc/miguels_column/newsid_1811000/1811657.stm