VIRUTAS DE MADERA PRECIOSA:
Una joven de costumbres y vestimenta ligeras no es una mujer ideal o ejemplar, sino otro tipo de mujer.
Limpieza para recibir al Señor
Escribe San Pablo: I que, sin discernir, come y bebe el Cuerpo del Señor, come y bebe su propia condenación (1 Cor l 1 ,29).
Cuando los atenienses condenaban a muerte a un hombre, escribían en un pergamino la sentencia, lo cortaban en varios trozos, y hacían que aquél los tragara con un poco de agua.
Con esto daban a entender que la sentencia de muerte era irrevocable e imborrable; más aún, inseparable del reo, puesto que la había ingerido.
Algo así viene a decir San Pablo. El sacrílego se une más estrechamente al Juez que puede condenarle y a la sentencia.
SIGUE…
De la gravedad del hecho puede dar una idea esto que se cuenta de Majencio. Inventó este hombre esta terrible crueldad. Se ataba un hombre vivo a un cadáver, de modo que quedaban pegados los miembros de uno con los del otro, y así permanecían hasta que el vivo sucumbía por la corrupción y hedor del cadáver. La Comunión sacrílega viene a ser como unir estrechamente un alma hedionda por el pecado mortal a Cristo vivo y glorioso. Algo aborrecible.
Cfr. V. Muzzatti. Enciclopedia catequística de símiles y analogías