Wilhelm Friedemann Bach (22 de noviembre de 1710 en Weimar – 1 de julio de 1784 en Berlín) fue el segundo de los veinte hijos del célebre compositor Johann Sebastian Bach. Bien dotado musicalmente, fue muy solicitado por su arte y su estilo a la hora de interpretar. Los pocos retratos que existen de él lo muestran delgado, de rasgos finos, muy distinto a sus hermanos e incluso a su propio padre (todos de cuerpos y rostros anchos, fuertes y macizos). Probablemente heredó los rasgos de su madre María Bárbara Bach.
De pequeño estudió música, composición e interpretación al teclado con su padre. Bach escribió para él (iniciado hacia 1716) el Pequeño Libro para órgano aunque, debido a que este era muy pequeño (solo seis años) y no llegaba a los pedales, con seguridad fue utilizado para el aprendizaje de sus alumnos. Es conocida la anécdota según la cual Bach, al acostarse, hacía tocar a uno de sus hijos cualquier pieza al clave. Una noche Wilhelm Friedemann, quien fantaseaba en el teclado, se marchó pronto (quizá pensando que su padre estaba dormido) y el propio Bach tuvo que levantarse y finalizar la pieza, intranquilo ante la falta de armonía.