Un antipapa se apoderará de la autoridad papal y la grey fiel a la Iglesia sufrirá fuertes persecuciones. Esta realidad ha sido, como se ha mencionado, profetizada por muchos místicos y santos.
Por ejemplo el beato Joaquín en el siglo XIII dijo lo siguiente: “Hacia el final de los tiempos, el anticristo derrocará al Papa y usurpará la sede”.
Juan de Vitiguerro (siglo XIII) dice: “El Papa cambiará de su residencia y la Iglesia no será defendida durante 25 meses o más porque en todo este tiempo no habrá Papa en Roma…”
La beata Ana María Taigi (siglo XIX) dice: “…El Santo Padre se verá obligado a salir de Roma”.
Luis Eduardo López Padilla