Las emergencias pediátricas requieren una atención especial debido a las diferencias fisiológicas y emocionales entre los niños y los adultos. A continuación, se presentan algunas pautas esenciales para proporcionar primeros auxilios a niños y bebés en situaciones de emergencia.

1. Reanimación cardiopulmonar (RCP)

RCP para bebés (menores de 1 año):

  • Verificar la respuesta: Tocar y hablar con el bebé para ver si responde.
  • Abrir la vía aérea: Inclinar suavemente la cabeza del bebé hacia atrás y levantar su barbilla.
  • Comprobar la respiración: Mirar, escuchar y sentir si hay respiración. Si no hay respiración normal, iniciar RCP.
  • Compresiones torácicas: Colocar dos dedos en el centro del pecho, justo debajo de la línea de los pezones, y comprimir hacia abajo aproximadamente 4 cm (1.5 pulgadas), a un ritmo de 100-120 compresiones por minuto.
  • Respiraciones de rescate: Dar dos respiraciones suaves, cubriendo la boca y la nariz del bebé con tu boca. Cada respiración debe durar aproximadamente 1 segundo.

RCP para niños (1 año a la pubertad):

  • Verificar la respuesta: Tocar y hablar con el niño para ver si responde.
  • Abrir la vía aérea: Inclinar la cabeza del niño hacia atrás y levantar su barbilla.
  • Comprobar la respiración: Mirar, escuchar y sentir si hay respiración. Si no hay respiración normal, iniciar RCP.
  • Compresiones torácicas: Colocar una mano (o dos si es necesario) en el centro del pecho y comprimir hacia abajo aproximadamente 5 cm (2 pulgadas), a un ritmo de 100-120 compresiones por minuto.
  • Respiraciones de rescate: Dar dos respiraciones, cubriendo la boca del niño con tu boca y tapando su nariz. Cada respiración debe durar aproximadamente 1 segundo.

2. Obstrucción de la vía aérea (atragantamiento)

Para bebés:

  • Dar golpes en la espalda: Colocar al bebé boca abajo sobre tu antebrazo, sujetando su cabeza y cuello. Dar hasta cinco golpes firmes entre los omóplatos con la base de la mano.
  • Compresiones torácicas: Si los golpes en la espalda no desobstruyen la vía aérea, voltear al bebé y dar hasta cinco compresiones torácicas, usando dos dedos en el centro del pecho.

Para niños:

  • Animar a toser: Si el niño puede toser, animarlo a hacerlo.
  • Dar golpes en la espalda: Si no puede toser, dar hasta cinco golpes firmes entre los omóplatos.
  • Compresiones abdominales (maniobra de Heimlich): Si los golpes en la espalda no son efectivos, realizar compresiones abdominales. Colocar el puño justo encima del ombligo y presionar hacia adentro y hacia arriba con movimientos rápidos.

3. Sangrado

  • Presión directa: Aplicar presión directa sobre la herida con una gasa o un paño limpio.
  • Elevación: Si es posible, elevar la parte afectada por encima del nivel del corazón.
  • Buscar ayuda médica: Si el sangrado no se detiene, buscar ayuda médica de inmediato.

4. Quemaduras

  • Enfriar la quemadura: Enfriar la zona afectada con agua fría (no helada) durante al menos 10 minutos.
  • Cubrir la quemadura: Cubrir la quemadura con una gasa estéril o un paño limpio. No usar algodones o materiales que se adhieran a la quemadura.
  • No aplicar cremas: Evitar aplicar cremas, mantequilla o cualquier otra sustancia.
  • Buscar ayuda médica: Si la quemadura es grave, buscar atención médica de inmediato.

5. Intoxicaciones

  • Identificar la sustancia: Intentar identificar la sustancia ingerida.
  • No inducir el vómito: No inducir el vómito a menos que lo indique un profesional de la salud.
  • Llamar a emergencias: Contactar con el centro de toxicología o servicios de emergencia para obtener instrucciones específicas.

6. Convulsiones

  • Mantener la calma: Tratar de mantener la calma y tranquilizar a los demás presentes.
  • Proteger al niño: Colocar al niño en el suelo y retirar objetos cercanos que puedan causarle daño.
  • No restringir movimientos: No intentar restringir los movimientos del niño.
  • Después de la convulsión: Colocar al niño de lado en posición de recuperación y buscar atención médica.